Cuando tenía 19 años, conocía a un jugador del equipo de Bilbao que me invito a probar. Me enganché desde el día uno y todavía lo estoy. Siempre me han gustado todos los deportes y he practicado muchos de ellos, pero en cuanto conocí el baloncesto en silla de ruedas, supe que este era un deporte hecho para mí. Es un deporte muy rápido, con mucho contacto. Además, siempre he preferido los deportes de equipo a los individuales.
El baloncesto ha sido mi forma de vida durante 18 años. He dedicado la mayor parte de mi tiempo a los deportes y, gracias a ellos, conocí a la que hoy es mi mujer. Mi día a día orbita alrededor del deporte y espero que siga siendo así durante muchos años.