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Ejercicios para mejorar la circulación sanguínea en personas con movilidad reducida

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La mala circulación es un problema relativamente habitual en la población. Afecta a persona de todas las edades, pero especialmente a aquellas con problemas de sobrepeso, diabetes o ateroesclerosis, ancianos y personas con discapacidad física.

Consecuencias de la mala circulación sanguínea en las personas con discapacidad

Una mala circulación sanguínea en brazos o piernas puede ocasionar graves problemas de salud, entre ellos calambres y hormigueo, sensación de enfriamiento en manos y pies, inflamación e hinchazón en piernas, pies y tobillos, fatiga crónica o falta de apetito sexual (en los hombres).

En los casos más graves, una mala circulación sanguínea compromete el funcionamiento de órganos como el hígado y los riñones, puede provocar digestiones más lentas (que pueden acompañarse de dolor abdominal o diarrea) e, incluso, generar complicaciones cerebrovasculares como infartos, ictus o trombos.

Además, cuando el flujo de sangre es más lento, el sistema inmunitario deja de detectar y combatir patógenos con suficiente eficiencia, y somos más vulnerables a las infecciones.

En las personas mayores, los problemas de circulación en las piernas se asocian con úlceras venosas, manchas de pigmentación y heridas en la piel, parecidas a las rozaduras, sobre todo en las rodillas, tobillos y pies, además de con pérdida de cabello y uñas quebradizas.

Todos estos síntomas se ven agravados en personas con movilidad reducida o en silla de ruedas, quienes también pueden experimentar entumecimiento en los miembros o coloración azulada en la piel (cianosis) debido a que no llega el suficiente oxígeno a sus brazos o piernas.

En estas personas, también es más habitual la aparición de manchas, de color rojo o violáceo, sobre todo en pies y piernas, cuando la sangre se filtra fuera de los vasos sanguíneos.

Aunque la mayoría de estos síntomas pueden apreciarse a simple vista, en algunos casos pueden realizarse pruebas para comprobar la fluidez de la circulación sanguínea. Algunas de estas pruebas son:

  • Tomografías.
  • Ultrasonidos.
  • Angiografías.
  • Pruebas del dímero D (detecta problemas de coagulación).
  • Pruebas de presión sanguínea en las piernas.
  • Examen de glicemia y curva tolerancia a la glucosa (si los problemas de circulación se asocian con la diabetes).
  • Prueba de anticuerpos contra los glóbulos rojos.

¿Se pueden prevenir los problemas de circulación? Consejos

Algunos de los problemas relacionados con una mala circulación sanguínea como las úlceras venosas o el pelo y las uñas quebradizas pueden solucionarse cambiando hábitos como mejorar la dieta, beber más agua, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol o realizar actividad física o deporte de manera habitual. Los masajes también mejoran la circulación, tal y como explicamos a continuación.

Cambios en la dieta

Conviene mantener una dieta saludable cuando la actividad es mínima: aumentar el consumo de verduras y de frutas, especialmente naranjas, limones o tomates (ricos en vitamina C, muy necesaria para que la corriente sanguínea fluya por las venas y que favorecen la formación de colágeno y elastina, evitando la acumulación de placas en sangre), e incorporar alimentos como el ajo (rico en vitamina B, que reduce los niveles de aminoácidos que endurecen las arterias) o el jengibre (que dilata los vasos sanguíneos, facilita la absorción de oxígeno y permite que la sangre fluya con rapidez).

También se recomienda aumentar la ingesta de agua diaria, reducir la cantidad de sal y de carnes rojas y elevar el consumo de pescado y pimienta de cayena, una especia que estimula y activa el sistema cardiovascular  y reduce la presión arterial y el colesterol.

Masajes para mejorar la circulación

Los masajes estimulan la circulación sanguínea, añaden oxígeno a las células y llevan sangre oxigenada a todos los músculos, siendo una buena opción para reducir inflamaciones, relajar las piernas y sentir alivio en la zona.

Para que un masaje active la circulación sanguínea en las piernas de manera efectiva, debe realizarlo un profesional cualificado o fisioterapeuta y con especial cuidado si la persona tiene heridas cutáneas, traumatismos o venas varicosas en estado avanzado.

Hidroterapia

Realizar baños con agua caliente facilita la circulación en pies y piernas. Otra opción interesante es la hidroterapia, que alterna el uso de chorros de agua caliente y fría a diferente presión para mejorar la circulación de la sangre y que esta fluya de manera normal.

Ejercicios para mejorar la circulación sanguínea en las piernas

Por último, una de las claves para mejorar la circulación sanguínea, sobre todo en las piernas, es realizar ejercicios o movimientos específicos que permitan que la sangre fluya mejor. Algunos ejemplos son:

  • Eleva las piernas. Dormir con las piernas ligeramente elevadas respecto a la cabeza mejora la circulación de la sangre.

  • Utiliza las escaleras en lugar del ascensor.

  • Si pasas sentado/a muchas horas, ponte en pie y camina cada media hora. Puedes usar un reposapiés móvil con el cual hacer pequeños movimientos que activen tu circulación.

Otros ejercicios sencillos que pueden realizar las personas con problemas de movilidad con este objetivo son:

  • Separar y juntar las piernas. Este simple movimiento, realizado de manera repetida, facilita el retorno de la sangre, desde las piernas al resto del cuerpo, y previene la formación de venas varices y arañas.
  • Giros de piernas. Este movimiento puede hacerse tumbado (sobre una alfombra o una esterilla) y consiste en levantar una de las piernas estirada (puede hacerse con la ayuda de una persona) y hacer giros en el sentido de las agujas del reloj. Este estiramiento está recomendado para personas que hacen ejercicio y, en el caso de personas con problemas de movilidad, contribuye a mejorar la circulación.
  • Flexiones de pies. Las flexiones de cualquier tipo ayudan a mejorar la circulación y fortalecer los músculos. En este caso, la propuesta es levantar las puntas de los pies y mantenerlas unos segundos sentado y con los talones apoyados en el suelo.

Esperamos que estos ejercicios te ayuden a mantenerte en forma y a mejorar tu circulación. Y no te olvides de ejercitar tu tren superior también.  ¡Ganarás en bienestar!

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