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Las personas mayores tienen necesidades especiales que cubrir, y entre las más habituales destacan la discapacidad y la dependencia. Ambas aumentan a partir de los 80 años, cuando aparecen problemas de salud más complejos que requieren cuidados especializados.
La discapacidad sensorial es una de las primeras en detectarse, y se manifiesta con una disminución de las capacidades visuales y/o auditivas.
A menudo, la discapacidad sensorial se vincula con problemas de movilidad: las barreras arquitectónicas suponen un grave obstáculo difícil de salvar, y acciones rutinarias como el aseo personal o la realización de tareas domésticas (limpieza, cocina, hacer la compra, etc.) resultan cada vez más complicadas.
Por eso, muchos ancianos necesitan utilizar una silla de ruedas para desplazarse, incluso en el interior de su vivienda.
Necesidades de los ancianos con discapacidad física o movilidad reducida
Las consecuencias de la discapacidad en personas mayores son físicas, mentales, económicas y sociales, y pueden derivar en dificultades para comunicarse o en la aparición de un sentimiento progresivo de aislamiento, soledad y baja autoestima.
Las mayores necesidades de este colectivo están relacionadas con su salud ya que, con la edad, aparecen enfermedades neurodegenerativas altamente incapacitantes como el Alzheimer o el párkinson que afectan al equilibrio, la memoria, la movilidad o el habla.
Así, las personas mayores con discapacidad requieren ayuda para cubrir necesidades básicas como realizar las tareas domésticas, preparar la comida, ingerir sus medicamentos o desplazarse de un lugar a otro.
Sillas de ruedas para ancianos, el mejor apoyo a la movilidad
Cuando los problemas físicos son elevados y suponen un obstáculo para el día a día del adulto dependiente, es necesario encontrar soluciones para limitar efectos de la movilidad reducida como el sedentarismo, la monotonía o el aislamiento. Una de las medidas más habituales es el uso de una silla de ruedas.
En el mercado existen diferentes tipos de sillas de ruedas para mayores. Algunos aspectos que debes analizar para elegir una son:
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Capacidad de movilidad del usuario
Al elegir una silla de ruedas para una persona mayor, es importante valorar la movilidad y la funcionalidad, sin olvidar que con los años los usuarios van perdiendo movilidad. La recomendación es apostar por sillas que ofrezcan todas las prestaciones pero que puedan adaptarse a la pérdida de movilidad progresiva asociada a la edad.
Comprar una silla de ruedas para una persona mayor también depende de si el usuario tiene ayuda para desplazarse. En este caso, una buena alternativa para moverse, tanto en el domicilio como fuera de él, es una silla de ruedas manual de rueda trasera pequeña. En otras circunstancias, puede ser más recomendable una silla de ruedas eléctrica.
Cuando hablamos de la talla de la silla de ruedas nos referimos, fundamentalmente, a la anchura del asiento. Este aspecto es importante porque, si las caderas rozan con los apoyabrazos laterales, pueden aparecer úlceras en la zona. Si, por el contrario, el asiento es demasiado grande, el usuario puede adoptar malas posturas.
Lo ideal es medir el ancho de la cadera del usuario y sumar a esta medida entre 2 y 4 centímetros que servirán como margen cuando vaya más abrigado.
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Uso o cantidad de tiempo que el usuario pasará en la silla de ruedas
No es lo mismo elegir una silla de ruedas para mayores con cierto grado de autonomía y para uso eventual, que comprar una silla de ruedas para un uso continuo. En el segundo caso, la mejor opción es una silla de ruedas de posicionamiento.
Las sillas de posicionamiento están recomendadas para usuarios con movilidad reducida o que precisan de un control postural eficiente. Normalmente, poseen reclinación de respaldo y basculación del asiento, y permiten adoptar diferentes posiciones para aliviar la presión y facilitar los cuidados que debemos dar a nuestros mayores. En nuestra web encontrarás sillas de ruedas posicionadoras para personas mayores dependientes como la QUICKIE IRIS, una silla de posicionamiento con basculación hasta 60º que destaca por su alta maniobrabilidad o la BREEZY Cirrus G5 una silla de ruedas basculante que ofrece un confort superior, estabilidad total e infinitas posibilidades de ajuste.
Para este tipo de usuarios, también están recomendadas otras ayudas como los cojines anti escaras, que permiten redistribuir la presión en los puntos críticos reduciendo el riesgo de aparición de úlceras. Los cojines antiescaras de la gama JAY ayudan a conseguir la posición óptima en sedestación, aportando estabilidad postural y una redistribución óptima de la presión. La calidad de estos cojines, junto con el alto confort que proporcionan, los convierten en un elemento importante para personas mayores con movilidad reducida y que utilizan silla de ruedas, tanto eléctrica como manual.
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Dónde se utilizará la silla
Si lo que buscas es una silla de ruedas exclusivamente para el interior, la mejor opción son las sillas de ruedas fijas de interior de chasis rígido como la BREEZY Home, una silla de ruedas fabricada con materiales robustos y entre cuyas características destaca su asiento y respaldo anatómico, adaptable a las necesidades de las personas mayores. Estas sillas son más pequeñas, y pueden manejarse sin problema en espacios estrechos como pasillos o baños.
Breezy, la marca por excelencia en sillas de geriatría
Las sillas de ruedas manuales BREEZY ofrecen un amplio catálogo entre el que podrás escoger. Sillas de ruedas geriátricas fabricadas con materiales robustos y adecuadas para todos los entornos, y pensadas para satisfacer las necesidades de todos los usuarios en general y adaptarse a las necesidades de cada uno en particular.
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