Compartir:
¡Descárgalo!
Este recurso de Educación in Motion también está disponible como PDF.
Descargar PDF
La tetraplejia, también conocida como cuadriplejia, es una parálisis causada por una enfermedad o lesión que tiene como consecuencia la pérdida parcial o completa del uso de las cuatro extremidades y del torso. La paraplejia es similar con la diferencia de que no afecta a los brazos. La pérdida suele ser sensorial y motora, es decir, hay una falta de sensibilidad y de capacidad de control.
Completa o parcial, reversible o irreversible
La gravedad de la tetraplejia depende tanto de la localización de la lesión en la médula espinal como del alcance de la misma.
Una persona con una lesión en la C1 (la vértebra cervical más alta en la base del cráneo) probablemente perderá el uso de las 4 extremidades y dependerá de un respirador. Una persona con una lesión en la C7 puede perder el uso del torso y de las piernas, pero preservar el uso de los brazos y gran parte de las manos.
El alcance de la lesión también es importante. Una lesión en una sección completa de la médula espinal tendrá como consecuencia la pérdida total de la función en la zona que va desde esta vértebra hasta las extremidades inferiores. Una lesión en una sección parcial o incluso una contusión en la médula espinal puede resultar en diversos grados de parálisis. Un concepto erróneo acerca de la tetraplejia es que el paciente no puede mover sus piernas, brazos o cualquier otra parte de su cuerpo. Este no siempre es el caso. Algunas personas pueden llegar a caminar y a usar sus manos, mientras que otras necesitan usar sillas de ruedas, aunque pueden ser capaces de usar sus brazos y sus dedos.
Aunque el síntoma más evidente es el debilitamiento de las extremidades, el funcionamiento también se ve alterado en el abdomen. La persona afectada puede sufrir la pérdida o deterioro del control de los intestinos y de la vejiga, de las funciones sexuales, presentar problemas de digestión, respiración y otra serie de funciones. Además, la sensibilidad suele verse alterada en las zonas afectadas. Esto puede manifestarse a modo de entumecimiento o dolor neuropático.
La tetraplejia en números
La mayoría de los estudios han demostrado que hay mayor proporción de hombres (80%) que de mujeres que sufren tetraplejia. Hay una incidencia especial en el grupo conformado por personas menores de 30 años, ya que casi el 50% de los pacientes tenían entre 18 y 25 años en el momento del accidente.
Los accidentes de tráfico suelen ser la causa más común de la tetraplejia (casi el 60%) seguidos de las caídas en el caso de la población anciana. Las zonas más afectadas son las vértebras C4 y C7.
Causas y factores de riesgo de la tetraplejia
Las causas típicas de la tetraplejia son los traumatismos (como accidentes de coche, buceo en aguas poco profundas, caídas, lesiones deportivas), enfermedades (como la mielitis transversa, la esclerosis múltiple o la poliomielitis) o trastornos congénitos (como la distrofia muscular).
Es posible sufrir una fractura en el cuello y que las vértebras se fracturen o disloquen sin que ello resulte necesariamente en tetraplejia, siempre y cuando la médula espinal no se vea dañada. Por otro lado, es posible lesionarse la médula espinal sin dañar la columna vertebral, por ejemplo, cuando un disco o espolón roto sobre una vértebra penetra en la columna vertebral y daña la médula espinal.
Tratamiento de la tetraplejia
El tratamiento de la tetraplejia depende de la gravedad de la lesión y de las necesidades particulares del paciente. El tratamiento tiene como objetivo tratar la pérdida de las funciones vitales y de la sensibilidad del paciente en las zonas paralizadas del cuerpo, así como la pérdida o el deterioro del funcionamiento de cualquier órgano.
Si la causa es un hematoma o inflamación de la médula espinal, los nervios pueden volver a funcionar. Se administran esteroides al paciente para prevenir y reducir la inflamación de la médula espinal.
Si la causa es una lesión, será necesario un tratamiento urgente para evitar daños mayores en la columna vertebral.
No hay ningún tratamiento particular para su cura. La cirugía puede ayudar en parte y si se realiza inmediatamente después de la lesión, puede ayudar a sostener y estabilizar las vértebras y los huesos de la columna vertebral.
En el caso de una fractura, los huesos o los discos comprimen la médula espinal y la cirugía puede aliviar esta presión, eliminando los fragmentos óseos y volviendo a alinear los huesos.
La estimulación eléctrica funcional también ayuda a que los músculos paralizados recuperen el movimiento de manera parcial.
También es muy importante que los pacientes que sufren tetraplejia no descuiden la nutrición. Puedes leer más sobre la dieta en la lesión medular en nuestro artículo del blog.
Terapias y cuidados médicos
Ortopedia y terapia del movimiento (kinesoterapia)
Los pacientes tetrapléjicos pueden necesitar un dispositivo ortopédico dependiendo de sus lesiones, ya que sus vértebras están dañadas y necesitan estabilizarse.
La kinesioterapia es imprescindible para que el paciente mantenga sus músculos fuertes y activos. Los tratamientos se basan especialmente en movimientos, activos o pasivos, de las articulaciones o músculos afectados para recuperar o mejorar su funcionalidad. Existen también otras técnicas centradas en estímulos electrónicos o en contrastes de temperatura en la zona afectada.
Fisioterapia
La misión del fisioterapeuta es fortalecer el músculo y enseñar al paciente a controlarlo y manejarlo de manera autónoma.
Varios estudios han demostrado que existen diferentes técnicas de entrenamiento que ayudan a mejorar el funcionamiento de los brazos y manos a aquellos pacientes que hayan sufrido una lesión en la médula espinal y cervical que les haya causado la tetraplejia. Hay evidencias que sugieren que el entrenamiento dirigido a realizar una tarea concreta (acompañado de una estimulación eléctrica y funcional en caso de que la capacidad de agarre del paciente esté debilitada) es ideal para mejorar la función de las manos. Casi todos los estudios han mostrado una mejoría de las funciones y/o grados de actividad de los brazos y las manos.
Se utilizan técnicas innovadoras como el uso de la estimulación eléctrica funcional de las extremidades inferiores, ciclismo indoor, ejercicio en cinta y estimulación eléctrica durante una caminata para recuperar o mantener la masa muscular en las piernas.
¿Cómo recuperar mi autonomía?
Cualquier tetraplejia con una lesión por encima de la vértebra C4 implica el uso diario de una silla de ruedas.
Las sillas de ruedas pueden dividirse en dos grandes grupos: manuales y eléctricas. La elección depende en gran medida del nivel de parálisis del paciente. Por ejemplo, las sillas de ruedas eléctricas suelen ser más adecuadas en caso de una lesión completa. Permiten a la persona conducir la silla a través de mandos y sin esfuerzos. El movimiento de la silla se puede controlar a través de botones, pulsadores, sensores de movimiento situados en la cabeza o mentón, o múltiples posibilidades de joysticks para las distintas necesidades.
La silla de ruedas manual es más adecuada para aquellas personas con tetraplejia que tienen movilidad en brazos y manos, puesto que les permite realizar transferencias y propulsarse. Hoy día, las sillas de ruedas son ligeras y muy manejables, lo que facilita las actividades de la vida cotidiana.
Todas las sillas pueden equiparse con complementos posturales como el reposacabezas, los cojines de posicionamiento y antiescaras, el respaldo ergonómico o los reposapiés. También es posible optar a una silla de ruedas con función de bipedestación.
En el día a día, es conveniente reorganizar aquellos lugares en los que se mueve la persona en situación de discapacidad. Hay muchos accesorios para hacerle la vida más fácil. Existen sillas especiales para la ducha, barras de sujeción para el baño, rampas para los desplazamientos, camas eléctricas, mobiliario adaptado, etc.
Además, la automatización en el hogar ha progresado significativamente y hoy día hay una gran variedad de soluciones que harán la vida más fácil a estas personas: comandos de voz para activar la calefacción, la luz, la apertura o cierre de puertas, etc.
La tetraplejia puede tener formas distintas, pero aún hay un largo camino que recorrer para conseguir que el paciente conserve parte de su autonomía y sea capaz de realizar ciertas actividades de manera independiente.
¿Quieres estar al tanto de lo último en movilidad? Te invitamos a suscribirte a nuestra newsletter donde podrás recibir todas nuestras últimas noticias.