Tras meses de rehabilitación, Sophie descubrió el baloncesto en silla de ruedas a través de su club local, los Leeds Spiders. “El baloncesto en silla de ruedas se parecía bastante a los deportes que había jugado antes de mi lesión. Sabía que quería jugar un deporte de equipo y el equipo local de baloncesto en silla de ruedas estaba muy cerca de donde yo vivía. Es un deporte que cualquiera puede practicar y es una gran manera de hacer amigos”.
Tras sentirse inspirada con los Juegos de Londres 2012, Sophie decidió jugar a nivel competitivo, proponiéndose el objetivo de llegar al Team GB (la selección nacional de Gran Bretaña). “El deporte requiere mucha dedicación. Ya sea levantarse a las 6:00 de la mañana todos los días para entrenar o tener que hacer las elecciones correctas a costa de perder tiempo con los amigos; es muy exigente a nivel mental. Me encanta poder jugar y entrenar todos los días con mi nueva familia. Me encanta lo competitivo que es en todo el mundo. Todo el mundo está haciendo lo que puede por ser mejor”.
“El baloncesto en silla de ruedas me ha desafiado a pensar en positivo sobre mi discapacidad. Ver más allá de todas las limitaciones y hacer lo que sea por ser la mejor. Lo significa todo para mí”.