Antes de mi accidente e incluso ahora, el deporte siempre ha sido una parte muy importante de mi vida. Necesito estar activo todo el año y necesito esa sensación de competir con otros. Realmente me motiva.
La primera vez que conocí el rugby en silla de ruedas fue en Varsovia, cuando estaba en mi primera rehabilitación y estaba aprendiendo a vivir de nuevo, pero sobre una silla de ruedas. Me encantó la lucha en la pista, la velocidad, la acción y tener que pensar rápido. Tienes que tomar decisiones en un segundo.
El atletismo es algo que encontré como una idea de probarme y desafiarme a mí mismo, ya que es algo que sólo depende de mí. Me encantan esos pocos segundos en los que lanzo el disco y estoy enfocado al 100 %, poniendo todo mi cuerpo y mi mente en ello.