La vuelta al cole para niños con discapacidad: ¿ocupación o preocupación para los padres?

Nuevos libros de texto, nuevos horarios, nuevos compañeros, nuevos profesores, nuevos uniformes... e incluso para algunos, nuevo colegio. Empezar el curso es sinónimo de nuevos retos tras un verano lleno de experiencias. 

Para los niños con discapacidad, la vuelta al cole también puede suponer un cúmulo de cambios drásticos y una gran preocupación para sus familias. Y es que la mayoría de ellos no solo necesitan apoyos y ayudas para volver a sus rutinas escolares, sino también de un tiempo para familiarizarse con un nuevo entorno humano y físico.

En este sentido, la vuelta a la escuela de los niños con necesidades especiales puede ser más difícil tanto si cursan sus estudios en centros de integración como si lo hacen en colegios especiales para niños con discapacidad.

Discapacidad en la escuela

Según la UNESCO casi el 80% de los 200 millones de niños del mundo con discapacidad viven en países en desarrollo. Aún así, muy pocos reciben una educación realmente adaptada a sus necesidades. En España, y según datos del INE de 2016, hay más de 200.000 niños escolarizados con necesidades educativas especiales derivadas de una discapacidad, una enfermedad crónica o enfermedades asociadas a su discapacidad. Casi el 80% de ellos (171.303) estudian en centros y colegios para personas con discapacidad. El resto lo hace en centros ordinarios.

Las necesidades de estos niños afectan a todos los aspectos de su vida, también al académico. Así, por ejemplo, los niños con diabetes deben controlar sus niveles de glucosa en sangre y su gasto energético varias veces al día, y muchas veces necesitan la supervisión de un adulto para ello.

En los centros ordinarios, la formación de los alumnos con problemas de audición y lenguaje está condicionada, en gran parte por la presencia de maestros especialistas en logopedia, y la de los niños sordos a un intérprete que les permita no perderse nada de lo que ocurre en su clase.

Semanas e incluso meses antes del comienzo del nuevo curso, los alumnos con discapacidad visual preparan sus clases para poder solicitar traducciones en Braille o versiones en audio de sus libros de texto.

Y los alumnos en silla de ruedas, aunque con todo su material preparado, no tendrán la certeza de disfrutar de un colegio sin barreras hasta que visiten su aula, su recreo o su gimnasio.

Todas estas situaciones condicionan la vuelta a la escuela de los niños con discapacidad y son fuente de preocupación para sus padres y familias. En este sentido, la acción tutorial y la figura del tutor son fundamentales ya que representan el carácter continuado y la coordinación de todos los agentes implicados en dar respuesta a la diversidad en el colegio.

Estos tutores también velan para que los alumnos con necesidades especiales tengan un mayor autoconocimiento de sí mismos y para que mejoren su autoconfianza y autoestima. De la misma forma, el tutor facilita la integración del alumno con el resto de la clase y es el encargado de coordinar los ajustes y adaptaciones curriculares en las diferentes materias. Su papel será clave para establecer relaciones fluidas con profesores y padres, y orientarles sobre la formación de sus hijos.

Consejos para la vuelta al cole de los niños con discapacidad

Una de las claves para facilitar la vuelta a la escuela de los niños con necesidades especiales es la anticipación. Mostrarles fotografías e imágenes de su nuevo centro, su nueva aula e incluso sus nuevos profesores y compañeros puede ser de gran ayuda. No podemos olvidar que estos alumnos pueden crear un fuerte vínculo con sus compañeros y profesores, y que no coincidir con ellos en el nuevo curso escolar es un cambio que les costará tiempo asumir. También es importante que se adapten a sus nuevos horarios, rutinas y responsabilidades de forma progresiva. 

Respecto a las actividades extraescolares, suponen una oportunidad para socializar y desarrollar nuevas habilidades. Pero antes de apuntar a nuestro hijo a cualquiera de ellas es importante valorar sus necesidades e incluso consultar con sus profesores y médicos. Los deportes adaptados son una opción saludable a nivel físico y social, así como la música o el teatro, que favorecen su desarrollo cognitivo. Muchas escuelas y colegios para personas con discapacidad también ofrecen clases de dibujo, pintura, arcilla e incluso creatividad multimedia.

 

Otros aspectos que las familias deben tener en cuenta para afrontar la vuelta al cole de los niños con discapacidad son:

• Buscar materiales adaptados de apoyo y refuerzo.
• Conocer las limitaciones de los niños y qué tipo de apoyos necesitarán en la escuela.
• Optar por un centro de integración dentro del sistema ordinario o un centro de Educación Especial en función de las necesidades del niño. Normalmente los equipos de atención temprana aconsejan la conveniencia de uno u otro en función de un informe psicopedagógico.
• Afrontar los retos del nuevo curso escolar con actitud positiva.

Ayuda dentro y fuera del centro educativo

Muchas veces los niños con discapacidad necesitan material y recursos que no pueden conseguir en los centros educativos y cuyo gasto las familias no pueden asumir. En estos casos existen ayudas, becas o programas especiales del Ministerio y de fundaciones privadas cuyo objetivo es facilitar la inclusión de estos alumnos. También la tecnología facilita la integración en la escuela. Por ejemplo la ONCE dispone de aplicaciones para aprender lectura o matemáticas (EDICO) de las que pueden beneficiarse niños con discapacidad que estudian en centros ordinarios.

Al fin y al cabo, la integración real es un paso hacia una sociedad más justa y tolerante, y todos debemos trabajar por ella.

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