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La guía definitiva del cuidador no profesional de personas dependientes

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El cuidado de las personas mayores y con discapacidad se ha convertido en una de las máximas preocupaciones de una sociedad cada vez más envejecida como la nuestra.

Cuando esta tarea no puede realizarla un cuidador profesional, es habitual que un familiar o alguien del entorno cercano asuman esta responsabilidad.

Sin embargo, cuidar de una persona dependiente no es sencillo. De hecho, comprobar de primera mano que un conocido depende completamente de otros para realizar acciones cotidianas y tan básicas como ponerse de pie, acostarse, comer, ir al baño o asearse, puede ser muy duro.

Además, atender a una persona en situación de dependencia supone una serie de implicaciones y cambios en la esfera personal, laboral y social a los que el cuidador debe adaptarse lo antes posible.

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La figura del "cuidador no profesional"

La mayoría de los cuidadores no profesionales son familiares de la persona dependiente que, además de la responsabilidad y el compromiso que exige esta tarea por sí misma, experimentan un importante desgaste emocional y psicológico por su vinculación afectiva con el enfermo.

Es bastante habitual que la necesidad de cuidar de un familiar aparezca de manera repentina, debido a una enfermedad, un accidente o una urgencia, y muchas veces el cuidador ni siquiera es consciente, al menos inicialmente, de la responsabilidad que asume y de las implicaciones que tiene.

Cuando el cuidador/a comprende su nuevo rol, comienza a darse cuenta de que la enfermedad de su familiar altera profundamente su propia vida y la de las personas que le rodean, y es entonces cuando cobra especial importancia la formación: conocer los recursos básicos para el cuidado de personas dependientes (guías, cursos de formación, grupos de ayuda, aplicaciones, subvenciones, etc.) será fundamental, tanto para mejorar las condiciones de vida de la persona a la que cuida, como para mantener su estado de salud física y psicológica (consulta nuestros consejos para mantener la salud de los cuidadores)

Por supuesto, no todo es malo: para muchos cuidadores no profesionales, hacerse cargo de un familiar o de una persona a la que tienen afecto real es una experiencia que, aunque dura, también puede ser muy satisfactoria y gratificante.

¿Cuáles son las tareas que realiza un cuidador no profesional?

Los cuidadores no profesionales asumen tareas muy similares a las que realizan los cuidadores profesionales. Entre ellas destacamos:

  • Cuidados diarios, compañía y ayuda en su entorno.
  • Ayuda en el mantenimiento de su higiene personal y en su aseo diario.
  • Ayuda en la realización de las tareas del hogar.
  • Administración de la medicación.
  • Acompañamiento en sus traslados y paseos.
  • Acompañamiento y supervisión de las visitas médicas.
  • Asistencia física dentro y fuera de su hogar.

A pesar de no tener una formación específica, el cuidador no profesional debe poseer ciertas aptitudes, entre ellas tener paciencia y comprender las necesidades de la persona dependiente.

De la misma forma, el cuidador no profesional puede asesorarse para realizar su trabajo de la mejor forma posible, por ejemplo, para realizar las transferencias y cuidados de manera segura o para prevenir caídas.

El cuidador no profesional desde el punto de vista laboral

Convertirse en cuidador no profesional de un familiar o un amigo suele tener consecuencias a nivel laboral.

Muchas veces, esta situación plantea el dilema que supone elegir entre ser cuidador o seguir desarrollando una carrera profesional, pues a veces ambos cometidos son incompatibles. Además, las complicaciones en la salud de la persona dependiente o las visitas médicas pueden provocar ausencias reiteradas o falta de puntualidad en el puesto de trabajo.

Por este motivo, algunos cuidadores solicitan la disminución de su jornada e incluso la baja laboral para dedicar más tiempo y esfuerzo al cuidado de su familiar.

Otras personas, la mayoría de ellas mujeres, directamente renuncian a su trabajo, con las implicaciones económicas y personales que esto puede tener.

¿Qué es el "Convenio especial de cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia R.D. 615/2007"?

Para proteger a los cuidadores no profesionales desde el punto de vista legal y económico, en nuestro país existe un convenio especial dentro de la Ley de Dependencia por la cual el Estado cotiza su trabajo a la Seguridad Social.

Se consideran cuidadores no profesionales aquellas personas que cuidan a una persona dependiente "a la que están unidos por nexo conyugal o de parentesco por consanguinidad, afinidad o adopción, hasta tercer grado".

Acorde a esta definición, podrán adscribirse a este convenio todos los cuidadores que acrediten que la persona a la que cuidan es un familiar/cónyuge/allegado beneficiario de alguna ayuda económica regulada por la Ley de Dependencia, siempre que el cuidador cumpla estas condiciones:

  • No estar dado/a de alta en la Seguridad Social a tiempo completo.
  • No percibir una prestación de desempleo, una pensión por jubilación o una pensión por incapacidad permanente.
  • No percibir una pensión de viudedad o en favor de otros familiares.
  • No estar disfrutando de una excedencia laboral para cuidar de un familiar.

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Respecto a la base de cotización para los cuidadores no profesionales, depende de tres aspectos:

  • Las horas que están al cuidado del familiar/conocido.
  • El grado de dependencia de la persona a la cuidan.
  • Si el cuidador ha renunciado a su trabajo, sea por cuenta propia o ajena, la cotización equivaldrá a la de dicha actividad.

El Estado asumirá, en todos los casos, la base mínima de cotización, aunque esta puede aumentarse voluntariamente. En este caso, el Estado financiará la cuota correspondiente a la base mínima y el cuidador pagará por el resto.

La solicitud para recibir esta ayuda debe presentarse en las oficinas de la Tesorería General de la Seguridad Social.

En estos enlaces tienes más información y toda la documentación que necesitas:

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