Plegado rápido para llegar más lejos: Las sillas de ruedas eléctricas plegables de carbono

Propulsar una silla de ruedas manual es duro.

Siempre que tengo estudiantes de terapia ocupacional aprendiendo sobre sillas de ruedas y tecnología de asistencia relacionada, les pido que se propulsen a través del campus del hospital hasta la cafetería, compren un artículo y vuelvan. Es una distancia de unos 400 metros sobre superficies interiores en su mayoría lisas, con algunas rampas y aceras moderadamente irregulares.

Todas las estudiantes eran mujeres jóvenes sin limitaciones de movilidad. Aunque ninguna de ellas tenía una rutina de entrenamiento específica para desarrollar la fuerza de las extremidades superiores, tampoco tenían antecedentes de problemas en las extremidades superiores. Utilizamos una silla plegable configurable de nivel básico y peso ligero, similar a las que se proporcionan con frecuencia en el Servicio Nacional de Salud británico (NHS).

Ninguna de ellas logró volver sin ser propulsada por otra persona.

¿Por qué utilizar una silla de ruedas eléctrica plegable?

Aunque la configuración de una silla de ruedas manual tiene un gran impacto en su propulsión, como ya comentamos en nuestro blog sobre la importancia del peso y la optimización de las sillas de ruedas, muchas personas encontrarán que es más fácil realizar sus desplazamientos diarios con algo de ayuda eléctrica. Las ayudas eléctricas para sillas de ruedas manuales son una opción. Pero pueden no ser adecuadas para algunas personas que:

• Caminan (con o sin ayuda), pero se fatigan o sienten dolor en distancias largas.
• Utilizan una silla de ruedas que no es compatible con ayudas eléctricas, como algunos modelos de sillas manuales con reposapiés desmontables.
• Necesitan utilizar una silla de ruedas a tiempo parcial para realizar actividades en interiores que requieren transportar objetos. Por ejemplo, muchos amputados que caminan (e incluso corren) con una prótesis, pero pueden tener que dejar de usarla en casa a veces para controlar el dolor y mantener la integridad de la piel. Una silla de ruedas eléctrica compacta puede mantener las manos libres para cocinar y realizar otras actividades domésticas.
• Se están recuperando de una lesión, un derrame cerebral o una enfermedad prolongada y pueden necesitar ayuda para moverse durante un par de años, pero es posible que no necesiten ayuda de movilidad eléctrica a largo plazo. Por lo tanto, puede que no sea conveniente realizar adaptaciones importantes en el entorno doméstico o en el vehículo.
• Tienen necesidades cambiantes, como las personas con esclerosis múltiple remitente/recidivante (1), COVID (2, 3) o ME (síndrome de fatiga crónica) (4).

En estas situaciones, una silla de ruedas eléctrica plegable puede ser una herramienta práctica. Caben en los maleteros de los coches, se pliegan para cuando viajas en tren y son mucho más compactas que un scooter para moverse en casa o en tiendas.

Los armazones de las sillas eléctricas son intrínsecamente pesados. Deben ser lo bastante robustas para soportar las fuerzas asociadas a un dispositivo de movilidad eléctrico, además del peso adicional de las baterías y los motores. El plegado es otro factor a tener en cuenta: la silla debe permanecer totalmente segura cuando está abierta, pero seguir siendo fácil de manejar, levantar y guardar. Esto ha inspirado la última innovación en tecnología de plegado de sillas eléctricas: los armazones de fibra de carbono.

Las sillas de fibra de carbono ofrecen una solución para las personas que quieren ir más lejos, más rápido y ahorrar energía para las actividades que les gustan. Más ligeras que sus homólogas con armazón de aluminio, estas sillas permiten ir a cualquier parte, caben incluso en un coche compacto y abren un mundo por explorar. Se trata de una tecnología impresionante, pero ¿para quién son más adecuadas?

Usuarios que utilizan la silla de ruedas diariamente durante períodos cortos o moderados

Las sillas eléctricas plegables de fibra de carbono están diseñadas para usar unas pocas horas seguidas como complemento de otras formas de movilidad, como caminar con un andador o utilizar una silla de ruedas manual. ¿Utilizas un rollator, pero necesitas tener las manos libres para cocinar? ¿Quieres asistir a un concierto y te preocupa caminar por los pasillos sin sentir dolor? ¿Usas una silla manual, pero quieres disponer de energía para explorar una ciudad cercana con cuestas? Estas sillas pueden ser una buena opción.

Sin embargo, las sillas de ruedas plegables de carbono no pueden alojar los pesados componentes que necesitan las funciones eléctricas de asiento como la basculación, la reclinación o la elevación. Son cómodas durante unas pocas horas seguidas y combinando luego con un sofá, una silla de escritorio o una silla de comedor. Las sillas de ruedas tipo la Q50 R Carbon también necesitan baterías pequeñas y ligeras. El uso de la tecnología de iones de litio ayuda a aumentar la capacidad, pero la autonomía es más limitada que la de las baterías grandes de las sillas de ruedas eléctricas no plegables.

Sedestación

El material de fibra de carbono ayuda a reducir las vibraciones (5,6) que, de otro modo, podrían agravar el dolor de la artritis u otros problemas articulares. Sin embargo, están diseñadas para personas con la estabilidad intacta: el armazón no está diseñado para la instalación de componentes de soporte adicionales. Aunque la Q50 R Carbon y otras sillas similares admiten cojines de base flexible de hasta 5 cm de grosor, como el JAY Easy Visco, para un mayor confort, no tienen la posibilidad de ajustar cojines gruesos que reduzcan la presión en sedestación.

Tallas

Las sillas eléctricas plegables con armazón de carbono como la Q50 R Carbon priorizan la ligereza, lo que requiere que el diseño prescinda de los mecanismos/piezas necesarias para realizar ajustes. Por lo tanto, disponen de una única talla que se adapta a muchas personas, pero no a todas. Como la mayoría de las sillas de este tipo, la Q50 R Carbon se adapta a usuarios con una anchura de cadera de hasta 46 cm aproximadamente. Otros modelos, como las sillas de ruedas eléctricas que tienen respaldos plegables como la Q200 R pueden proporcionar una alternativa con un rango de tallas mayor, pero necesitarán una grúa para levantarlas.

Las sillas de ruedas eléctricas con armazón plegable de carbono tienen un centro de gravedad preestablecido, por lo que se adaptan a personas con una distribución de peso relativamente "típica" en su cuerpo. Las personas con un centro de masa personal muy adelantado (por ejemplo, edema crónico extremo de las extremidades inferiores) o muy retrasado (por ejemplo, amputados bilaterales de las extremidades inferiores por encima de la rodilla que no llevan prótesis) pueden tener dificultades con el rendimiento. Los modelos plegables más estables y orientados al exterior, como la Q50 R de aluminio, son una opción a tener en cuenta, o un scooter o una silla de ruedas eléctrica más tradicional.

Cuando se adaptan perfectamente al paciente, las sillas de ruedas eléctricas plegables de fibra de carbono pueden ofrecer una solución de movilidad práctica para estilos de vida activos.