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Cuando se trata de niños con necesidades adicionales, es comprensible que el aprendizaje para ir al baño quede relegado a un segundo plano, pero cuanto antes se empiece, más fácil será.
Hay una serie de enfoques diferentes para el control de esfínteres, y puede llevar algún tiempo encontrar la mejor manera para ti y tu peque. Incluso es posible que una combinación de métodos funcione mejor. En el siguiente artículo detallamos cuatro de los enfoques más comunes, así como los pros y los contras de cada uno de ellos.
Sesión programada
El método de la sesión programada consiste en ir el baño cada 30-60 minutos y animar al niño a sentarse. La teoría en la que se basa este método es que crea hábitos, asegura que tu hijo tenga frecuentes oportunidades de ir al baño y aumenta la posibilidad de pillarle a tiempo.
Los estudios demuestran que este método ofrece resultados eficaces para quienes tienen dificultades de aprendizaje. Sin embargo, puede resultar difícil mantener la motivación durante un periodo de tiempo, ya que es muy exigente e intensivo.
Uso predictivo del baño
Este enfoque se basa en ir al baño en los momentos en los que es más probable que tu hijo vaya, y se consigue llevando una tabla de salud vesical e intestinal, así como tu propia familiaridad para identificar los momentos del día en los que tu peque necesita ir regularmente. El uso del reflejo gastrocólico, que provoca la necesidad de ir al baño aproximadamente una hora después de comer, sería un ejemplo de predicción del uso del baño, pero hay muchas formas de hacerlo. Se trata de un enfoque menos intensivo que el de la sesión programada, pero depende más del azar y, por lo tanto, es más probable que se produzcan algunos accidentes, sobre todo al principio del día.
Aprendizaje basado en la recompensa
Mucha gente está familiarizada con el enfoque del aprendizaje basado en la recompensa, en el que se motiva al niño para que tenga éxito ofreciéndole una recompensa cuando usa el baño o indica cuándo necesita ir. Introducir las señales para ir al baño desde el principio puede ayudar a desarrollar las formas de comunicación. El refuerzo positivo, como una cesta especial con juguetes para ir al baño, es un enfoque habitual, y una de sus ventajas es que ayuda a los niños a sentirse motivados y desarrolla una asociación positiva con el uso del baño. Sin embargo, si el peque no progresa lo suficiente, puede empezar a perder la motivación.
Orientación gradual
El método de orientación gradual se consigue llamando continuamente la atención sobre las necesidades de ir al baño de tu hijo. Pregúntale "¿Necesitas usar el orinal?" con regularidad, sobre todo en los momentos en que creas que va a necesitar ir. Con el tiempo, se espera que empiece a ser consciente de su necesidad de ir al baño y, más adelante, empiece a llamarle la atención cuando se dé cuenta de que necesita ir. Este enfoque limita el estrés del niño y de los padres, pero puede ser difícil de aplicar al principio del aprendizaje. Este enfoque puede ser más adecuado cuando la comprensión y la conciencia sensorial del peque estén más desarrolladas.
El proceso de aprendizaje para ir al baño es diferente para cada niño y, por lo tanto, el enfoque que adoptes será único.
Esperamos que este artículo te pueda resultar de utilidad. ¿Quieres conocer otros contenidos interesantes sobe discapacidad? Suscríbete a nuestra newsletter.
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