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Incontinencia en pacientes en silla de ruedas, ¿Cómo gestionarla?

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La movilidad es algo que normalmente damos por sentado. Por eso, muchas veces, cuando cuidamos a un familiar o un amigo que necesita silla de ruedas, quizá no entendemos por completo sus necesidades específicas, tanto personales como de salud.

Aunque la situación de los usuarios de sillas de ruedas depende de diferentes circunstancias, muchos de ellos experimentan problemas comunes, y algunos de ellos son la incontinencia urinaria o la incontinencia fecal.

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¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina: el afectado/a tiene la necesidad de orinar, pero es incapaz de contenerse porque la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra.

La incontinencia urinaria no es una enfermedad como tal, sino una consecuencia de otras patologías que causan problemas o daños neurológicos, alteraciones en el esfínter externo o en los músculos del hueso pélvico y fallo en el esfínter interno por una relajación inapropiada o por una lesión orgánica.

De forma genérica, la incontinencia urinaria supone un problema higiénico, social y psíquico, ya que influye en la actividad cotidiana de las personas y reduce su calidad de vida.

Con una prevalencia ligeramente superior en las mujeres, se estima que en España más del 15% por ciento de los mayores de 65 años no institucionalizados y al 35% por ciento de los ingresados en los hospitales/residencias sufre este problema.

Sus causas más comunes son: 

  • Afecciones neurológicas, como pueden ser esclerosis múltiple o accidentes cerebrovasculares.
  • Demencia u otros problemas de salud mental, como la enfermedad de Alzheimer.
  • Prolapso pélvico (en las mujeres).
  • Cáncer o inflamación de la próstata (en los hombres).
  • Problemas en las vías urinarias.
  • Debilidad de los músculos pélvicos o uretrales.
  • Lesiones de la columna vertebral.

Tipos de incontinencia

  • Incontinencia de esfuerzo
    Las pérdidas de orina se producen en momentos puntuales, por ejemplo al hacer un esfuerzo, toser o estornudar.
     
  • Incontinencia de urgencia
    En estos casos, los y las pacientes sienten ganas de orinar repentinas y no pueden aguantarse. 
     
  • Incontinencia mixta
    Es el tipo de incontinencia urinaria es la más habitual, supone una mezcla de las dos anteriores y suele relacionarse con la edad avanzada.
     
  • Incontinencia por rebosamiento
    Este tipo de incontinencia se produce porque la persona no siente su vejiga llena y no controla el goteo. La incontinencia por rebosamiento se relaciona con enfermedades neurológicas, y es una de las más comunes en personas en silla de ruedas.

Por último, existe otro tipo de incontinencia, derivada de la incapacidad para controlar el paso de las heces por el intestino, y que se denomina incontinencia fecal o intestinal.

Cómo controlar la incontinencia y hacer más llevadero este problema

Los productos actuales permiten espaciar los cambios de pañal,  manteniendo la piel seca durante mucho más tiempo. La frecuencia de cambio depende de cada persona, de su alimentación y de la cantidad de líquidos ingeridos.

La mayoría de los pañales tienen un indicador de humedad. Además, existen pañales elásticos con tiras adhesivas que pueden abrirse-cerrarse repetidas veces, facilitando que el usuario pueda ir al baño si lo requiere.

En todo caso, las personas con incontinencia deben revisar su pañal con frecuencia. Utilizar un vestuario cómodo con ropas fáciles de manejar también es un consejo para que los problemas de incontinencia sean más llevaderos.

Evitar largos períodos de inmovilidad, hacer cambios posturales frecuentes (cada dos horas) y, siempre que sea posible, levantarse y andar, es clave para controlar la incontinencia urinaria.

Por otra parte, algunos elementos como cojines o almohadillas de espuma puede ayudar controlar la presión en la zona y, con ello, a reducir los escapes de orina.

Los cojines Jay para sillas de ruedas tiene base de espuma contorneada que facilita el alineamiento corporal y maximiza la superficie de contacto para un óptimo acoplamiento del cojín a la tapicería estándar de la silla. La mayoría de ellos además ofrecen una funda resistente a la incontinencia que facilita el cuidado de la piel.

Los empapadores son otro de los básicos de aseo e higiene para ancianos y personas con movilidad reducida que sufren incontinencia urinaria o fecal.

Consejos para cuidadores

Las personas que sufren incontinencia urinaria requieren una serie de cuidados especiales: el uso de pañales y otros productos puede empeorar el estado de la piel, un problema que de por sí es muy habitual en usuarios silla de ruedas o con problemas de movilidad, y aunque estos productos mantienen la silla o la cama limpia, la orina y las heces están en contacto directo con la piel, lo que acaba dañándola.

La recomendación para evitar irritaciones es limpiar y secar el área inmediatamente después de orinar o defecar, con agua y jabón suave y diluido.

Las cremas humectantes pueden ayudar a prevenir sequedad. Sin embargo, en este caso puede ser más aconsejable utilizar un sellador o una barrera contra la humedad. De hecho, algunos productos específicos para el cuidado de la piel, con frecuencia en forma de atomizadores o toallitas, crean una película protectora y transparente ideal para estos pacientes.

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Algunos consejos para mejorar la higiene de las personas en silla de ruedas con incontinencia urinaria o fecal son:

  • Lávate las manos antes y después del cambio de pañal.
  • Antes de lavar al paciente, retira, si es necesario, los restos de residuos.
  • Ofrece la cuña o botella antes de proceder al cambio de pañal.
  • Retira el pañal por la parte posterior del cuerpo del usuario.
  • Si el paciente tiene problemas de movilidad, asegúrate de que tenga un punto de apoyo.
  • Si el paciente está en la silla de ruedas, conviene apoyar el respaldo contra la pared o frenarla para evitar desplazamientos.
  • Utiliza siempre agua templada.
  • Usa jabón neutro y una esponja que deberás sustituir cada poco tiempo para evitar la proliferación de bacterias y gérmenes.
  • Coloca el pañal por la parte de delante del cuerpo y comprueba que está bien sujeto.

Si quieres ampliar la información sobre los cojines Jay u otros productos relacionados con la discapacidad que pueden ayudar a las personas con problemas de movilidad, no dejes de visitar nuestra página web.