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Generar buenos hábitos de higiene en las personas con discapacidad no solo les ayuda a mantener y fortalecer su salud, sino que constituye un elemento clave para su autonomía, bienestar y desarrollo vital pleno. De hecho, llevar una alimentación equilibrada, tener un buen descanso y una buena higiene personal son tres pilares básicos en la calidad de vida de todas las personas.
Cuestión de salud y bienestar
El aseo y la higiene de una persona dependiente no es una tarea mecánica ya que está sujeta a sus necesidades y condiciones individuales. Pelo, boca, uñas, orejas, zona genital... la limpieza corporal debe ser completa y requiere paciencia, flexibilidad, respeto y amabilidad por parte del cuidador.
Se trata de un aspecto ineludible. De hecho, la falta de higiene en personas dependientes puede llegar a generar complicaciones médicas como irritaciones, escaras, úlceras, infecciones, erupciones e incontinencia, además de la consabida incomodidad y aislamiento social.
Algunos motivos para que las personas dependientes sigan una rutina de hábitos higiénicos de aseo diario son:
- Elimina el exceso de grasa, el sudor, la suciedad y las células muertas de la piel.
- Disminuye la aparición de infecciones bacterianas.
- Mantiene la piel hidratada, con buen aspecto y en buenas condiciones.
- Contribuye a estimular la circulación y el movimiento articular.
- Reduce las tensiones.
- Provoca sensación de confort y mejora el descanso.
¿Cómo, cuándo y dónde realizar el aseo personal?
El aseo es algo íntimo y los cuidadores de personas dependientes deben realizar estas rutinas en un ambiente tranquilo y respetuoso.
Puesto que requiere un tiempo, si el aseo se realiza en el cuarto de baño conviene que éste tenga la temperatura adecuada y que las puertas estén cerradas para evitar interrupciones; si se realiza en la cama y si la habitación no es individual, puede ser recomendable emplear elementos como biombos o cortinas que contribuyan a generar independencia. Y si es necesario, hay que hacer uso de grúas de traslado para potenciar la seguridad y la comodidad, tanto de la persona dependiente como del cuidador/a.
Para establecer hábitos de higiene diarios conviene que el aseo de personas dependientes se realice siempre a la misma hora. Antes de empezar con la rutina el cuidador debe tener claras las limitaciones de la persona, cuál es el grado de ayuda que debe prestarle y hasta qué punto la persona dependiente puede participar en su propio aseo. Nuestro consejo es establecer una comunicación pausada y clara para generar un ambiente de confianza. Después, y antes de comenzar con el aseo propiamente dicho, el cuidador debe prestar atención al estado de la piel, los pies y las uñas para saber qué tipo de productos y cremas conviene aplicar.
Es muy importante controlar la temperatura del agua para que el aseo resulte agradable. También es relevante respetar el orden de lavado de las partes del cuerpo (cara, cuello, hombros, manos, brazos, axilas, pecho, abdomen, piernas y pies). En el aseo de personas dependientes en la cama, el paciente deberá colocarse de lado para continuar con la limpieza de espalda y nalgas, para terminar en la zona genital.
A lo largo de todo el proceso conviene evitar movimientos que puedan desconectar vías o sondajes, ser cuidadosos y secar bien la piel, sobre todo en los pliegues y en zonas como los dedos de los pies. Después, es el momento de ayudarle a vestirse. Previamente, y si se considera necesario, habrá que recoger la habitación y cambiar las sábanas como una parte más de las rutinas higiénicas.
Rutinas diarias y hábitos higiénicos de aseo para personas dependientes:
Higiene bucal
Una buena salud dental evita la aparición de muchos problemas de salud. La limpieza de la boca en las personas con discapacidad debe ser diaria. Se recomienda cepillar los dientes de la encía a la corona, tanto en cara externa como en la interna (primero superior y luego inferior) y enjuagar con un antiséptico bucal. Si la persona está inconsciente, es necesario colocar gasa en un depresor, aplicarlo por la boca, secar los labios e hidratarlos con vaselina. Las dentaduras se retiran y cepillan, mientras que la boca se limpia con una gasa.
Limpieza de ojos
Para limpiar los ojos debemos utilizar gasas y suero. Hay que eliminar legañas y suciedad con cuidado, evitando tocar la zona conjuntiva y secar sin frotar. Cada ojo debe limpiarse por separado y usando gasas diferentes.
Limpieza de oídos y fosas nasales
Los oídos y la nariz también requieren una higiene diaria. Para eliminar las secreciones del oído no debemos introducir bastoncillos en el conducto auditivo, ya que pueden provocar la aparición de tapones. El consejo es limpiar el pabellón auditivo por fuera con un bastoncillo o con una gasa mojada con agua y jabón. Respecto a las fosas nasales, puede utilizarse una gasa humedecida para el exterior y los orificios. Si hay mucha secreción de mucosa, se recomienda hacer lavados con suero fisiológico.
Cuidado y limpieza de manos, pies y uñas
El aseo de manos y pies también debe ser diario e incluir hidratación. Es especialmente importante prestar atención a plantas, uñas, dedos y espacios interdigitales para controlar la aparición de descamaciones, heridas, callosidades, durezas y uñas encarnadas. Las uñas de los pies deben cortarse en línea recta; las de las manos, con corte oval (siguiendo la forma natural de la uña).
Productos de apoyo para el aseo personal de personas con discapacidad
En nuestro blog ya dedicamos un artículo a las sillas de baño para personas con problemas de movilidad reducida. Pero estos no son los únicos elementos que mejoran el aseo diario de las personas dependientes y facilitan el trabajo de los cuidadores. Otros ejemplos son:
- Esponjas y cepillos de pelo de mango largo y angulado.
- Cepillos para uñas con ventosas. Estos cepillos están recomendados para personas con disminución de fuerza o dificultad para la presión provocadas por artritis, amputaciones unilaterales, etc.
- Guantes de toalla.
- Toallas con fijadores y con mangos para pies.
- Dispensadores de pasta de dientes y de jabón.
- Jabones y champús no irritantes y para pieles sensibles.
- Cremas hidratantes específicas.
- Prendas adaptadas.
- Adaptadores de palancas para grifos.
- Cortaúñas especiales (fijados a la mesa, con lupa, con luz, etc.).
En muchas ocasiones el aseo de personas dependientes puede resultar laborioso debido a sus limitaciones funcionales y de movilidad. Sin embargo, y como has visto, existen diferentes elementos y productos de apoyo que facilitan la tarea contribuyendo a generar y cumplir hábitos de higiene diarios saludables.